Se conocieron en el colegio y la chispa del amor surgió cuando se fueron a estudiar a Reino Unido. Casi 12 años después, el pasado 7 de julio, se dieron el ‘Sí, quiero’ en una ceremonia civil celebrada en una bonita finca de la costa mediterránea.
Carmen y Maximiliam se conocen de, prácticamente, toda la vida. Ambos vivían en Alicante e iban juntos al colegio. Aunque en aquella época eran mejores amigos, su amor no surgió hasta que se mudaron a Inglaterra para comenzar sus estudios universitarios. Allí saltó la chispa y doce años después, pueden decir que llevan más tiempo siendo pareja que amigos.
El vestido de novia y los complementos
Para el enlace, Carmen lució un exclusivo diseño de Lorena Merino, confeccionado a medida para ella en crepe y bambula de seda. Además, lo combinó con un velo de redecilla personalizado en el atelier y decorado con perlas.
El diseño llevaba un original escote halter abotonado al cuello del que caía un ligero velo y que dejaba toda la espalda al aire.
Uno de los detalles más especiales de su look nupcial, fueron las joyas. Su marido diseñó, junto a su joyero de confianza, el anillo de compromiso que, por supuesto, la novia llevó en la boda. Asimismo, ella creó sus pendientes, compuestos de brillantes, perlas y oro. Para rematar, lució una pulsera de perlas que le regaló su suegra en la pedida. Por otra parte, las flores eran obra de La Tartana y el resultado fue tal y como Carmen quería, un ramo que transmitiera frescura, en tonos verdes y blancos.
En cuanto a los zapatos, para la ceremonia y el cóctel se decantó por un modelo de Aquazurra, concretamente el clásico Bow Tie Pump. En la cena y la fiesta, para dar un toque más ibicenco e ir más cómoda, llevó unas alpargatas de Castañer.
El maquillaje y peinado
El make up de la novia fue obra de Laura Gómez Lozano. El resultado fue muy natural, en tonos tierra y con efecto glow. Para el peinado, Carmen confió en Mikeldi Ferras, de la peluquería Pel’s de Alicante.
El novio, la madrina y la madre de la novia
Maximiliam llevó un chaqué azul hecho a medida por la sastrería Luxury Purple Club en Madrid. Los zapatos, de Berwick.
Por su parte, la madrina llevó un vestido de Ralph Lauren.
La madre de la novia optó por un diseño con estampado floral de Carlos Martínez Costura.
La ceremonia y la celebración
Tanto la ceremonia civil como la celebración se organizaron en la Finca Jardines de Abril, de Alicante.
A cargo de las wedding planners de La Boda con Diana, el enlace acogió a las personas más queridas por Carmen y Maximiliam, quienes les dedicaron unas bonitas palabras. Asimismo, la prima de la novia, que es como una hermana para ella, ofició la unión.
Además, en el intercambio de votos, ambos se brindaron unas bonitas palabras: “Todavía me emociono cuando recuerdo las palabras que me dedicó mi marido” afirma Carmen.
“La entrada al convite fue con una canción que nos recuerda a los inicios de nuestra relación. Entrar con ella, una bengala en la mano y ver a todo el mundo animarse y alegrarse por nosotros, fue único”, comenta la novia.
No faltó detalle en la decoración de la boda, la finca estaba espectacular y el banquete fue un éxito.
Todo al aire libre en un escenario de lo más cautivador y perfecto para una boda de verano.
Las invitaciones y regalos de invitadas
Carmen diseñó las invitaciones junto a @marta_papier. En cuanto a los regalos, comenta que regalaron “unas botellas de cristal pequeñas personalizadas con Hierbas de Alicante, un licor típico de la zona que nos gusta mucho y disfrutamos junto a nuestros amigos todos los veranos”, explica.
La luna de miel
Indonesia y Singapur fueron los destinos elegidos para su luna de miel. “A los dos nos encantan la cultura y la gastronomía asiática, por lo que fue un acierto total. En Indonesia visitamos 3 islas: Bali, Sumba, una isla remota y virgen donde pudimos disfrutar de un hotel precioso y playas increíbles, y Lombok, donde buceamos con tortugas y disfrutamos de sus playas increíbles. Elegimos hoteles boutique que además de ser espectaculares, tenían una atención al huésped y al detalle increíbles. Para terminar, pasamos unos días en Singapur disfrutando de su gastronomía y la ciudad, antes de volver a Madrid”.
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